Hablaremos del Campo de Concentración de Tefía, en la isla de Fuerteventura, conocido también como Colonica Agrícola Penitenciaria de Tefía. "Allí fueron trasladados presos comunes, algunos políticos y, sobre todo, muchos homosexuales.
Por los testimonios de algunas de las personas que pasaron por ese calvario, y conociendo el paraje desértico en el que se ubicaba, nos podemos hacer una idea de la dura vida que les dieron. Hambre, palizas, calor insufrible y mucho frío en las noches. Los condenados realizaban trabajos forzados hasta caer rendidos, picando piedra para la construcción, cavando zanjas, sacando agua del pozo… vigilados por los duros palos de los guardianes que hacían de funcionarios y que eran en su mayoría excombatientes o retirados de las fuerzas armadas, auténticos carceleros provistos de látigos, fustas, palos,…
El Campo estaba dirigido por un ex-sacerdote castrense, quien decidía si los presos que le llegaban cumplirían la pena mínima de 1 año o la máxima de 3. La suerte de muchos (desgraciada suerte) fue que su condena no podía superar los 3 años de internamiento, pero al obtener la libertad de tan cruel reclusión se inicia la pena de destierro —mínima de 1 año y prorrogable a 5—, con una libertad sometida a vigilancia de delegados que les obligaban a vivir en otra isla o, al menos, en otra ciudad".